Astrónomos descubren la evidencia más sólida y prometedora de vida fuera de la Tierra, comentan Lucas Cieza y Alice Zurlo

COMPARTIR

Lucas Cieza y Alice Zurlo - La Tercera

21 / 04 / 2025

Los astrónomos han detectado las señales más prometedoras hasta el momento de una posible señal de vida extraterrestre fuera del Sistema Solar, aunque siguen siendo cautelosos. Utilizando datos del Telescopio Espacial James Webb (JWST), los astrónomos, liderados por la Universidad de Cambridge, han detectado las huellas químicas del sulfuro de dimetilo (DMS) y/o disulfuro de dimetilo (DMDS), en la atmósfera del exoplaneta K2-18b, que orbita su estrella en la zona habitable. En la Tierra, el DMS y el DMDS solo son producidos por la vida, principalmente por la vida microbiana, como el fitoplancton marino. Si bien un proceso químico desconocido podría ser la fuente de estas moléculas en la atmósfera de K2-18b, los resultados constituyen la evidencia más sólida hasta la fecha de que podría existir vida en un planeta fuera de nuestro Sistema Solar.

Lucas Cieza, académico e investigador del Instituto de Estudios Astrofísicos UDP, dice que si astrónomos extraterrestres observarán nuestro planeta y analizaran la composición química de la atmósfera, podrían determinar a ciencia cierta que existe vida en la Tierra, ya que esta se encuentra fuera de equilibrio químico-termodinámico. “Es decir, nuestra atmósfera contiene una alta concentración de ciertas moléculas que requieren de la actividad biológica para mantenerse en niveles detectables. Este tipo de moléculas se conocen como biomarcadores, e incluyen el sulfuro de dimetilo y el disulfuro de dimetilo, dos de las moléculas que fueron tentativamente detectadas por el telescopio James Webb en el exoplaneta K2-18b”.

Alice Zurlo, académica e investigadora del Instituto de Estudios Astrofísicos UDP, señala que la abundancia de estas moléculas, junto con la escasez de amoníaco, respalda la hipótesis de que podría haber un océano de agua bajo una atmósfera rica en hidrógeno en K2-18 b. “Este planeta es de tipo subneptuniano, la clase de planeta más frecuente entre los descubiertos hasta ahora. Estas primeras observaciones del Webb también revelaron una posible detección de una molécula llamada sulfuro de dimetilo (DMS), que en la Tierra solo es producida por organismos vivos. Este hallazgo no habría sido posible sin la sensibilidad de los instrumentos a bordo del JWST, que permitieron detectar estas moléculas observando tan solo dos tránsitos del planeta”.