Entrevista a Louis de Grange: El pasado viernes comenzó a regir el período de restricción vehicular

“El efecto de la restricción vehicular es cada vez menor. Hubo una época en la que el parque automotor afectado era prácticamente inexistente. Posteriormente, el Ministerio de Medio Ambiente actualizó la normativa, extendiendo la restricción a los vehículos fabricados hasta el año 2012. Sin embargo, esos vehículos —gracias a los avances tecnológicos— son, entre comillas, poco contaminantes. Además, representan un porcentaje muy reducido del total del parque automotriz. Por lo tanto, al aplicarse actualmente, la restricción vehicular afecta solo al 6 % del parque automotor. Esto la convierte en una medida irrelevante tanto desde el punto de vista medioambiental como en términos de congestión vial”, comentó el decano de la Facultad de Ingeniería y Ciencias UDP.

“La cantidad de vehículos afectados por la restricción vehicular —es decir, los fabricados antes del año 2012— es muy baja. En términos de proporción de mercado, representan aproximadamente un 30%, pero si analizamos cuántos se ven realmente afectados por la medida cada día, la cifra se reduce a un 20 % de ese grupo. Al combinar estos factores, el impacto final alcanza apenas un 5 o 6 % del total del parque automotor. Además, se trata de vehículos antiguos, más económicos y, presumiblemente, pertenecientes a hogares de menores ingresos, que no suelen utilizarlos habitualmente en sus desplazamientos diarios. Por lo tanto, si consideramos todos estos elementos, la restricción vehicular, hoy en día, no genera ningún efecto significativo ni a nivel medioambiental ni en la reducción de la congestión”, agregó De Grange.