Con participación de Manuel Aravena y Manuel Solimano: científicos chilenos revelan gas oculto que prolongaría la vida de las estrellas en el universo temprano
El hallazgo, liderado por un equipo internacional con participación clave del Instituto de Estudios Astrofísicos UDP y el Centro de Astrofísica y Teconologías Afines (CATA), amplía en 400 millones de años el periodo de formación estelar en galaxias primitivas.
30 / 04 / 2025
Un equipo internacional de astrónomos de la Universidad de Columbia Británica ha detectado un gigantesco depósito de gas molecular en una estructura galáctica ubicada a más de 12 mil millones de años luz de la Tierra. El descubrimiento, que extiende significativamente el tiempo disponible para la formación de estrellas en el universo primitivo, contó con un rol protagónico de Manuel Aravena, académico e investigador del Instituto de Estudios Astrofísicos de la Universidad Diego Portales, y Manuel Solimano, estudiante del Doctorado en Astrofísica UDP; ambos también investigadores asociados al Centro de Astrofísica y Tecnologías Afines (CATA).
El estudio se centró en el protocúmulo SPT2349-56, una estructura en formación que agrupa varias galaxias. Gracias a observaciones realizadas con los radiotelescopios ALMA y APEX, ambos ubicados en el norte de Chile, el equipo detectó un 75% más de gas molecular del que se creía presente. Esta masa adicional de gas puede alimentar la formación de nuevas estrellas durante 400 millones de años más.
“Este tipo de gas difuso suele encontrarse en cúmulos de galaxias muy masivos del universo local, no en estructuras tan antiguas. Estamos posiblemente viendo este fenómeno en sus primeras etapas, antes de que el gas se caliente y comprima”, explica Aravena. “Este hallazgo también muestra cómo elementos como el carbono y el oxígeno, esenciales para la vida, pueden viajar fuera de las galaxias y regresar, formando parte de futuras generaciones estelares, e incluso, de sistemas planetarios como el nuestro”, agrega.
El equipo chileno fue clave en las observaciones iniciales del estudio y actualmente lidera el análisis de nuevos datos obtenidos con la Banda 1 de ALMA, desarrollada por ingenieros del CATA y la Universidad de Chile. Esto refuerza el liderazgo nacional en la exploración del universo profundo.
Para Aravena, este descubrimiento forma parte de una línea de investigación de largo plazo que busca entender cómo evolucionan las estructuras más grandes del universo: los cúmulos galácticos. “Nuestra Vía Láctea probablemente formó parte de una de estas estructuras. Comprenderlas es comprender nuestro propio origen cósmico”, afirma.
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